jueves, 5 de noviembre de 2009

El estatus (instrucciones para una historia efectiva)


Clarita, una niña curiosa y dulce, aunque excesivamente impertinente a los ojos de un lector afín a Herodes. Clara, una histérica y flemática madre que sólo simpatiza con aquellos a los que puede despedir. El Sr. Ichvolz, un grisáceo agente inmobiliario enredado entre las sábanas de una criada poseedora de innumerables horquillas y Jesualdo, un portero mudo que ocupa su tiempo en el silencio de su jardín. En medio de la historia, como el piano abandonado del salón en un edficio abandonado, la figura de un padre ausente que no termina de llegar.

El estatus (2009), de Alberto Olmos, una historia minimalista y efectiva. Un artefacto bien calibrado, sin necedades u otras ortopedias literarias. Alimentada por una sensación escénica, la novela perfila cada personaje hasta dejarle las siluetas bien afiladas. Que corten, que separen, que no dejen un hilo de carne fuera de su sitio. ¿Quién tiene el poder en esta novela? ¿Quién ilumina y oscurece lo que en ella ocurre? Sin duda una pluma diestra, muy consciente de sí misma, incluso contra su propia voluntad.

Ni nocillas ni adornitos. Acción. Trama. Trabajo. Una excelente novela, a pesar de ese raro y precipitado final. Quizás eso sea lo mejor de esta novela, que no tiene buenas intenciones ni líricos arrebatos. No es afterpop ni pretende otra cosa que lo estrictamente necesario: literatura.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por esa recomendación. Una buena lectura se agradece

La KSB dijo...

Oye Alí, ojalá pudieses echarle un ojo. Él tiene un blog, léelo a ver qué tal http://hkkmr.blogspot.com/

La KSB dijo...

Oye Alí, ojalá pudieses echarle un ojo. Él tiene un blog, léelo a ver qué tal http://hkkmr.blogspot.com/