O deserts down below us
And storms up above
Like a stray dog gone defective
Like a paper tiger in the sun
Beck."Paper Tiger", de Sea Changes.
Tiene un movimiento suave y constante. Desprende un ronquido que rellena la casa, como una cisterna eternamente triste. La escucho casi como a una respiración. Cuánta marea para un hormigón. Desde la ventana de un piso siete, la M30 se comporta como un mar sustituto, algo invariable capaz de embobar. Vivo con ese jardín zen. No tiene monjes diminutos, tampoco fuentes artificiales ni mensajes en código galleta de la suerte. Es sólo eso, mi propio paisaje sedante.
Los autos juntos hacen oleaje, un movimiento repetido y magnético. Y como el mar, la autopista por sí sola no va a ningún lado. Permanece allí, moviéndose. Adelantando y retrasándollo todo, estable y voluble como una marea embalsada. Todos necesitamos certezas, pensar que el oleaje nos empuja con el resto, por eso el mar, como las autopistas, seda a quienes lo espían. Marineros y oficinistas de hora punta, todos dando la vuelta a la misma rotonda.
Pasa la tormenta, la hora punta y los atascos. Entonces la tranquilidad de los postes se restituye y la M30 recupera su aspecto de scalextric matutino. En una ciudad sin costa, el mar es un derecho confiscado. Yo me lo gano a pulso, fumando y viendo pasar los barcos desde mi ventana.
8 comentarios:
Me gusta el texto, lograste que sintiera paz...ya que no puedo vivir frente al mar, me gustaria tener esa sensación de tu jardin zen.
El tuyo es mejor, lo que pasa es que hay demasiada polución.
Genial la analogía entre una autopista y el mar... insisto: genial!
GRacias Victor.
El mar, el fuego, el tránsito, siempre cambiantes y atrapantes. Me encantaron tus líneas
Me encanto "en una ciudad sin costa, el mar es un derecho confiscado", gran frase. Abrazos
Me encanto "en una ciudad sin costa, el mar es un derecho confiscado", gran frase. Abrazos
ME gusto !! saludos....
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