miércoles, 28 de septiembre de 2011

De la serie postales periodísticas

El editor venía de un lugar pintoresco. Afirmana el buen hombre que, si le rajaban, brotaría de él Roma entera. Que la cultura no podía ser gratuita y que lo mismo le daba que fuesen tabletas o papeles. Lo suyo era vender. Eso lo soltó al momento del frío bronwnie. Miré mi cucharilla sin entusiasmo. Por él, por el postre. El editor, decía, vino de un lugar pintoresco. 61% lectores más que el trimestre anterior. El editor, les dije, venía de un lugar pintoresco.

Y olé.

2 comentarios:

Bernard Tieck dijo...

Te encuentro esotérica, kerida.

La KSB dijo...

Ja ja ja ja. Pero es que tampoco puedo escribirlo de otro modo.
Eso sí: cada letra de lo que está ahí escrito, te lo juro, que la escuché, incluyendo lo de Roma.