"Well it's been a long time, long time now
Since I've seen you smile
And I'll gamble away my fright
And I'll gamble away my time
And in a year, a year or so
This will slip into the sea
Well it's been a long time, long time now
Since I've seen you smile"
Beirut. Nantes
Hay lentitud en los días que vinieron. Y no, que no es un verbo mal conjugado. Que son plumillas apilándose en un mercadillo. Un Marsé de manazas y nudillos con vello. Un Echenoz de corredores impotentes. Una Pizarnik distinta, menos voraz y farmacéutica. Un algo de tónica y tardes al sol con padres que envejecen. Enero es un primer mes para romper cosas viejas, para mudar trastos averiados y documentar vestidos color hueso. Que la ficción, dicen, sea un compromiso con la memoria, no me parece una excentricidad, pero tampoco una declaración de propósitos. Que la pulsera que me traigo entre manos es demasiado gruesa, demasiado para el viento de las ocho y sus partidos de Liga. Que nunca supe dar puntadas a los botones ni mantener ordenados los armarios. Que jamás aprendí los protocolos de las casas ordenadas y que mis papeles se apilaron, como animales, alrededor de un río sin chicharras. Que la palabra tamarindo retumba. Que no sé cómo explicar a qué sabe una guayaba. Que el azúcar es un sustantivo permanente y que ahora, cuando hablo de novelas, se me hace agua la boca. Que este párrafo jamás será coherente. Que a diferencia de Ifigenia no soy una señorita que se aburre sino una que revienta los tacones y rasga la ropa al sacarla de la lavadora. Que la amabilidad de los extraños me emboba en los teatros y que no entiendo, a veces, de dónde viene ese olor a basura que fascina a las furgonetas y convierte las botellas vacías en gatos negros en una plaza de la Latina. Hay lentitud en los días que vinieron. Y que no, que no conjugo ni enjugo. Que no uso pañuelos. Ni me jacto ni fardo. Que me voy por las ramas de un árbol de ciruelas, en una hacienda de hace años. Que será el cónsul. Y su río. Que será este mes de trastos viejos. Será este tiempo haciendo carrerillas, cogiendo impulso. Será Emil Zapotek, avanzando, solitario, detrás de la bandera de un país sin propósitos. Soy la corredora más lenta de esta pista. Será el cónsul … Será este tiempo. Será que hubo lentitud en los días que vinieron.
Fuckin' love it. Sensación de vertedero pero de algodón de azúcar también...curioso atropellado!
ResponderEliminardelicioso KSB, una delicia leerte como siempre, yo entro aqui es a deleitarme
ResponderEliminarDoctor Letra: ja ja ja ¡atropellado, esa es la palabra!
ResponderEliminarChase: muchas gracias, de verdad que eres muy generosa conmigo. Un abrazo enorme.
ResponderEliminarDe los que te hacen volver al principio y disfrutarlo una vez mas... tiempo
ResponderEliminarIle... (se ve) ¡gracias!
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